Descripción del Artí­culo

Los parasoles (lens hoods en inglés) son unas piezas de plástico que se colocan en la parte delantera de un objetivo y sirven precisamente para lo que su nombre indica: evitar que el sol dé directamente sobre la lente y provoque destellos no deseados. Además, también evitan que los colores de la imagen y su contraste se pierdan por esa luz excesiva. Una cosa importante: la luz que tapan los parasoles no es exclusivamente la del sol. Un parasol puede ser igualmente útil para usarlo de noche o incluso en interiores. Básicamente en todas aquellas situaciones en las que luces potentes puedan afectar a la calidad de nuestras fotos.

Pocos aficionados a la fotografía utilizan el parasol de sus objetivos, probablemente por la idea erronea de que sólo hay que usarlo cuando luce un sol radiente, o cuando tenemos el sol enfrentado: craso error, el parasol hay que usarlo siempre.
Parte de culpa la tiene el propio nombre: parasol, que induce a error. Si se llamara paraluz difusa, que es como debería llamarse, la cosa probablemente cambiaría.
Y es que, como digo el parasol hay que tenerlo siempre montado en el objetivo, incluso en interiores o de noche, ya que nos proporciona varias ventajas: